Verdades e irrealidades inevitables

"Sentado al borde ti" Antonio Vega

No hay forma de saberlo.

Si acaso..., si hubiera..., si no... no hay forma de saberlo.

Al cerrar los ojos vuelvo a sentir tu cuerpo apoyado en el mío. Imagino nuestras cabezas unidas en un vértice.

Al abrir los ojos todo está lleno de gente y no estas tú. Y yo, entre la multitud, no soy nadie.

Luces artificiales de ciudad van sustituyendo el sol que huye de la tarde. 

Comienzo a andar hacia la noche dejando a mi espalda el ocaso.

Cabizbajo, siento mis pies en mis zapatos. Suena un paso tras otro entre ruidos despalabrados y ruidos agitados. Suenan tristes.

No sé dónde voy, no hay forma de saberlo. 

Acerca de lo posible y lo imposible y la duración inevitable en el tiempo

Si tuviera en el estudio el ready-made Rueda de bicicleta de Duchamp, seguro que me pasaría las horas muertas dándole vueltas a la rueda, intentando no pensar en nada, a lo mejor obsesionándome con algún pensamiento, quizá divagando.